Univisión revela detalles de la vida delictiva del hermano de la Vicepresidenta
Sacó a la luz archivos de Bernardo Ramírez, condenado por narcotráfico en 1997. Su hermana hizo parte del pago de la fianza para liberarlo.
Univision Investiga obtuvo nuevos detalles de un caso de 1997 revelado este jueves por el portal La Nueva Prensa en relación con la condena por narcotráfico de un hermano de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez. La funcionaria no había hablado del caso en público. La oposición pide su renuncia.
A mediados de 1997, Alejandra Vargas Osorio, una odontóloga colombiana, cumplió con una fianza de libertad condicional ante una corte federal de Miami en un caso por narcotráfico en el que delató al cerebro de la operación.
Cuando se acercaba el día de su sentencia, la odontóloga no se presentó en la sala de audiencias. El juez la declaró fugitiva.
Vargas fue arrestada 16 años después. Su abogado explicó que una de las razones por las cuales decidió fugarse fue por el temor a los “poderosos aliados’’ que tenía en el gobierno de Colombia la persona a quien ella delató en una operación de importación de cápsulas de heroína en su estómago, según un documento de la corte federal obtenido por Univision Investiga.
La persona a quien Vargas señaló como el jefe de la operación es Bernardo Ramírez, hermano de la hoy vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez. Bernardo fue condenado a 57 meses de prisión en enero de 1998 por cargos de narcotráfico.
"La fuga de la acusada, precipitada por el miedo y otras preocupaciones emocionales, incluyendo que el objetivo de su cooperación, quien tenía poderosos aliados en el gobierno de Colombia, representaba una amenaza en contra de ella viviendo sola en Miami Beach", escribió Richard C. Klugh, abogado de Vargas.
Durante 1998, el primer año en que Vargas estuvo fugitiva, Martha Lucía se desempeñaba como ministra de Comercio Exterior.
El abogado Klugh le dijo a Univision que trataría de contactar a su cliente.
La condena a Ramírez hace 23 años fue un episodio que la vicepresidenta, pese a tener una larga trayectoria en la historia política de Colombia, no había comentado públicamente. El secreto ha tenido un costo para la funcionaria en las últimas horas. El senador de oposición Gustavo Petro, pidió su renuncia. La petición de Petro se produjo horas después de que el portal digital La Nueva Prensa reveló la operación en la que Ramírez resultó condenado en 1997.
De acuerdo con el artículo, firmado por Gonzalo Guillén y Julián Martínez, Marta Lucía Ramírez apoyó a su hermano con la fianza. Ramírez quien para esa época estaba tomando cursos en la Universidad de Harvard, figura como garante de la fianza junto con su esposo, Alvaro Rincón Muñoz. También la firmó Luz Mireya Rodríguez excuñada de Ramírez.
En la garantía de fianza, Martha Lucía Ramírez registró como dirección 14 Gale Road, en Belmont, Massachusets. A su regreso a Colombia en 1997, trabajó como directora de la campaña presidencial de la candidata conservador Noemí Sanín. Después de la derrota de Sanín, el presidente Andrés Pastrana la nombró como ministra de Comercio Exterior.
Tras la publicación de la Nueva Prensa, la vicepresidenta explicó que de “estos hechos he dado cabal información a las personas que en los diferentes momentos de mi vida laboral consideré que debían conocerlos. Son hechos obviamente ajenos a mí’’.
El presidente Iván Duque se pronunció reconociendo que la vicepresidenta y su familia “vivieron una tragedia por el delito cometido por un ser querido’’. Y agregó: “Sobreponiéndose a esa lamentable situación le ha servido al país con honorabilidad y entrega patriótica’’.
Las aventuras de Ramírez
Univision tuvo acceso a los documentos del expediente y al turbulento historial de Bernardo Ramírez en Estados Unidos. Siete años antes de ser arrestado por la DEA, Ramírez había sido detenido por un robo de mercancías en la tienda por departamentos JC Penny de Fort Lauderdale. El reporte de la policía lo identifica como pintor nacido en Colombia. Ramírez registró como dirección una casa en Key Biscayne, una de varias direcciones que reportó durante su larga estadía en Estados Unidos.
De acuerdo con el reporte de la policía de Fort Lauderdale, que deletreó incorrectamente el apellido del detenido, el 12 de diciembre de 1990, Ramírez fue arrestado luego de que el jefe de seguridad del almacén lo descubrió sacando una bolsa de ropa para hombre sin pasar por la registradora. Anteriormente había sustraído otra bolsa con ropa de mujer con la complicidad de otra persona. Se calculó que la mercancía costaba 560 dólares. En Estados Unidos esta suma es considerada penalmente como de mayor cuantía.
Al parecer Ramírez no contaba con el aprecio de su exesposa y su exsuegro. Ambos dieron declaraciones negativas al funcionario que se encargó de evaluar atenuantes y agravantes de la conducta del acusado en el proceso por narcotráfico. Así lo refleja un documento presentado por Gail M. Stage, abogada de Ramírez, al rechazar por irrelevantes esas opiniones. Stage no explicó el contenido de las mismas.
“Las declaraciones son completamente innecesarias para determinar una sentencia’’, afirmó Stage.
No fue posible comunicarse con Stage el jueves para conocer su posición frente a los alegatos del abogado de Vargas.
La caída
De acuerdo con los documentos judiciales la operación que culminó con el arresto de Ramírez, Vargas y Miguel José Aguilera Asencio se desarrolló así: En la tarde del 16 de julio de 1997, Vargas, la odontóloga colombiana, fue abordada por el agente de la DEA Shaun Perry en su apartamento de Miami Beach.
Minutos antes el agente había interrogado a Aguilera Asencio, el compañero con quien Vargas había regresado de Aruba ese mismo día. El agente sabía que ambos llevaban en sus estómagos condones llenos de heroína, según se lo había informado una fuente confidencial.
Perry y sus compañeros arrestaron a los viajeros y los llevaron al cercano hospital Mount Sinaí. Vargas expulsó 65 capsulas, Aguilera 35. Al día siguiente los agentes descubrieron 30 condones más en una bolsa de viaje de Aguilera.
Al leerle sus derechos, antes de ser llevados a prisión, Vargas y Aguilera decidieron cooperar. Ambos identificaron a Bernardo Ramírez como la persona que recibiría la droga y quien los envió a Aruba a recogerla. Vargas se encargó de hacer las llamadas a Ramírez mientras los agentes grababan.
La odontóloga preguntó cuánto iba a recibir por su trabajo y Ramírez acordó que se reunieran en el centro comercial de Aventura, en North Miami Beach, para la entrega de la droga. Varios agentes grabaron con cámaras el encuentro. A las 7:52 pm Vargas y Ramírez se reunieron dentro del centro comercial. Ella le dijo a Ramírez que la acompañara a entregarle la droga que estaba dentro de su automóvil en el parqueadero. Ramírez se situó a una distancia del carro de Vargas mientras ella retiraba la droga. Vargas se dirigió hacia Ramírez. Hubo una discusión. Los dos fueron arrestados y llevados al Centro de Detención Federal.
El 21 de julio Ramírez fue presentado ante un magistrado de la corte federal quien le fijó una fianza de $150,000 y lo conminó a reportarse dos veces a la semana por teléfono con el oficial de libertad provisional. Ramírez debió entregar su pasaporte. Fue declarado parcialmente indigente, razón por la que el juez le nombró un defensor público.
Como parte de un procedimiento común, Ramírez se declaró no culpable. Su hermana, su cuñado y su excuñada garantizaron la fianza, a la cual se agregó otra, llamada fianza corporativa, por 100,000 dólares.
El 14 de noviembre ante el juez Edward B. Davis, Ramírez se declaró culpable. En las navidades le pidió permiso para viajar a Nueva York.
La petición decía: “La hermana de Ramírez, Marta Lucía, su esposo y la hija, y la novia de Ramírez están pasando el Nuevo Año en Nueva York, y Ramírez quisiera pasar con ellos las fiestas’’.
Saldría el 28 de diciembre en un vuelo Tower Airlines, se quedaría en el hotel Iroquois, en la calle 45 y regresaría el dos de enero. El juez concedió el permiso.
Fugitiva
Vargas fue declarada fugitiva el 27 de agosto de 1998. La garantía que su madre había puesto fue confiscada. De acuerdo con el memorando presentado por su abogado, durante los años de fuga, Vargas trató de superar una fuerte adicción a las drogas y el licor que afectaron su exitosa vida profesional y la llevaron a dedicarse al narcotráfico.
Según el abogado, Vargas superó la adicción y se dedicó a la ortodoncia y la cirugía reconstructiva en Colombia a tiempo que cuidaba de sus padres, ambos diagnosticados con demencia. Ganaba tres mil dólares mensuales y su carro era un Daewoo. El evaluador de la sentencia de Vargas en la corte de Miami se equivocó en el informe y aseguró que era un Lamborghini Diablo por un problema de traducción.
En abril de 2014, Vargas fue sentenciada a 29 meses luego de que el fiscal del caso pidió una reducción de la condena por su cooperación.
*Tomado textualmente de Univisión.
Unisivión agregó que la periodista Margarita Rabín contribuyó a este reporte, escrito por Gerardo Reyes, director de esa cadena.